Después de la Revolución Francesa
La Revolución Francesa de 1789 evocó algunos valores positivos
de fraternidad, pero esto fueron ahogados por el odio de clases y la violencia
vindicativa, y Francia cayó en un siglo de inestabilidad política, consistiendo
en ciclos alternados de revolución y de monarquías. Esto retrasó la revolución
industrial en Francia, pero el proceso se aceleró después del 1830, con la mismas
consecuencias nefastas que se habían visto en Inglaterra.[2] A pesar de la inseguridad
política, se realizó un proceso gradual de acción social en ayuda del pobre, como resultado del liderazgo de cristianos comprometidos.
Jean Paul Alban, vizconde de Villenueve-Bargemont (1784-1850) sirvió en
varios cargos en el gobierno francés cuando Luis XVIII fue restaurado como rey después
de las guerras Napoleónicas.[3] Después, fue electo a la legislatura nacional, donde bajo
su liderazgo se pasó en 1841 una ley
que limitaba las horas de trabajos de los niños, requería un descanso dominical y la inspección
de las condiciones de trabajo.[4] Esta fue la primera intervención del gobierno francés
en cuestiones laborales.[5] Charles Forbes René, conde de Montalembert (1810-1870), otro
líder católico como Alban, proveyó importante apoyo a esta ley.[6] El obispo alemán
Wilhelm von Ketteler presento
el ejemplo de esta acción social en Francia como modelo de reforma en una reunión internacional de obispos en 1869.[7]
La próxima generación de líderes católicos franceses incluyó a Albert de Mun
(1841-1914) y René de la Tour du Pin (1834-1924). Siendo miembros de la nobleza, ellos
fundaron la Sociedad de Círculos Católicos de Trabajadores para facilitar la
interacción entre empresarios y trabajadores. Grupos parecidos se organizaron en otros
países de Europa. Uno en particular, organizado por el Obispo Gaspar Mermillod en Fribourg,
Suiza, desarrolló mayor envergadura, y con el apoyo del Papa León XIII,
se convirtió en un centro
estrat;gico de estudios sociales católicos entre los años 1884 y 1891. Un grupo de pensadores europeos claves, incluyendo a de Mun y la Tour du Pin, fueron invitados a formar parte del grupo, que se llegó a conocer
como la Unión de Fribourg. Este grupo proveyó importante asesoramiento a este papa en
la composición de su encíclica social Rerum Novarum en 1891.[8]
La Unificación Italiana
1820 |
1830 |
1840 |
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1860 |
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Papas: |
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León XIII |
Pío X |
Be XV |
Pío XI |
Guerras civiles en 1821, 1831, 1848, 1859 y 1866, Ocupación de Roma en 1870
Al principio del siglo XIX, lo que luego fue Italia consistía de varios estados. Algunos de estos estados eran
reinos y ducados sujetos a otras potencias europeas. En el centro de la península estaban los Estados Papales, una amplia franja de este a oeste que incluía la ciudad de Roma.
Este territorio fue donado al papa por el rey franco Pepino en 756. Gradualmente los estados al norte y al sur de los Estados Papales se unificaron bajo el liderazgo de el rey de Sardinia
al norte y el general Giuseppe Garibaldi al sur. Después de derrotar fuerzas externas
europeas, y el asedio de los Estados Papales, los ejércitos italianos tomaron control
de Roma en 1870. El Papa Pío IX se declaro "prisionero del Vaticano" en protesta,
aunque no estaba en cautiverio. El rey de Sardinia, Victor Emmanuel II, fue declarado rey de una Italia unificada.
Los siguientes papas siguieron la política de protesta hasta que en un tratado en 1929 con el Papa Pío XI,
Italia reconoció el pequeño territorio independiente del Estado Vaticano bajo el papa.[9] El objetivo inicial de los Estados Papales era que el papa tuviera independencia política,
pero se ha visto que para esto el pequeño territorio que resultó de este tratado ha sido suficiente y conlleva menos distracciones políticas.
La Unificación Alemana
Al igual que Italia, al principio del siglo XIX, lo que luego fue Alemania consistía de varios estados independientes
que habían sido muy afectados por la guerras contra Napoleón. En el tratado de paz despues de la derrota final
de Napoleón (1815), Prusia, el estado alemán más importante, aumentó su territorio.[10] Después, como
resultado de varias guerras en la década de los 60, Prusia anexó más territorios y el rey Wilhelm I se
auto declaró Emperador de Alemania. Entre el 1872 y 1878, el primer ministro de esta Alemania unida, Otto von Bismark,
llevó a cabo una campaña para dominar a la Iglesia Católica, tratando de tomar control de sus escuelas.[11]
Bismark perdió esta batalla cuando los líderes católicos se organizaron políticamente formando
el Partido de Centro. En 1878, el nuevo papa León XIII
negoció mejores relaciones entre la Iglesia y Alemania.
Uno de los fundadores y líderes del Partido de Centro fue
Wilhelm von Ketteler, el Obispo de Mainz.
[1] J. Wesley Bready, Lord Shaftesbury (New York: Fran-Maurice Inc., 1927).
[2] Parker Thomas Moon, The Labor Problem and the Social Catholic Movement in
France (New York: The Macmillan Company, 1921), 6-7.
[3] A. R. Vidler, A Century of Social Catholicism (London: S.P.C.K., 1964), 10.
[4] Sister Mary Ignatius Ring, Villenueve-Bargemont,
Precursor of Modern Social Catholicism
(Milwaukee: The Bruce Publishing Co. ,1935), 204.
[5] Parker Thomas Moon The Labor Problem, 19-20.
[6] Ibid., 20.
[7] Wilhelm Von Ketteler, "Presentation at the Fulda Catholic Bishop Conference" (1869)
in Edward C. Bock, The Social Teachings of Wilhelm Emmanuel Ketteler, Bishop of Mainz: His Life, Times and Ideas (Washington, DC: University Press of America, 1977), 479.
[8] A. R. Vidler, A Century of Social Catholicism, 120-126.
[9] Wikipedia:Italian Unification
[10] Edward C. Bock, Wilhelm Von Ketteler, Bishop of Mainz: His Life,
Times and Ideas, 48-49.
[11] Ibid., 54-55.
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